Pero la historia se cuenta así: a finales del siglo XIX, un viajante de vinos de Oporto, de paso por Lousã, se enamoró de la hija de un farmacéutico, y el noviazgo terminó en matrimonio. En la farmacia, además de los medicamentos habituales, se comercializaban “licores naturales”, hechos a partir de antiguas fórmulas mantenidas en secreto.
Mientras tanto, entró en vigor una ley que prohibía atribuir propiedades medicinales a las bebidas alcohólicas. Aprovechando la oportunidad, el joven del norte llevó a cabo la producción independiente de estos néctares utilizando los mismos métodos artesanales, en una pequeña fábrica.
La historia de nuestro Licor comienza aquí, basada en los pilares que se mantienen hasta hoy. Nacido de un amor, de un deseo y de una originalidad que mezcla farmacias y viajantes, desbordando de Portugal en cada copa. En un siglo en el que los sueños más delirantes empezaron a tomar forma gracias a los avances tecnológicos, nació esta bebida de ensueño.